Sobre Triángulos Alterados, de Hwang Seoung







Del Chino Valera Mora rescato una frase que va algo como "La vida de uno es una inmensa alegría o una inmensa arrechera". Esta "micronovela" o "novela relámpago" como le escuché alguna vez a Luis -desde los inicios hasta las últimas páginas- recorre esa frase con fidelidad.

Cada capítulo comprende un viaje: El realismo se amalgama con la rema, el frío del páramo y los helados de la Coromoto, mientras que los hilos de plata que unen a los tres protagonistas se pasean por toda Mérida como un viejo y nostálgico recuerdo, evocado a través de todos los lugares, amores, borracheras y guerras cauchas que en algún momento más romántico y fantástico -asumo- formaron parte de la misma vida de Luis. 

Personalmente, debo decir que el vicariar vidas ajenas es un placer del que disfruto celosamente. Pasar por los encuentros y desencuentros de Sara, Rodrigo y Ana Julieta a través de todos los capítulos de Triángulos Alterados supone atravesar el velo de la simpleza narrativa de Pimentel hasta llegar a aquello que nos hace tan maravillosos, terribles y complejos: El corazón y sus divisiones afectivas, que no responden a lógica conocida, sino a algo más allá del umbral que comprende la noche, el ron, la salsa, el frío, el sexo y los amigos. 

A estas alturas, es difícil saber quién disfrutaría más leerla: si aquél que no conoce Mérida, y a través de la historia la construye y esculpe como un terreno mágico, brechtiano y que coquetea con un mundo en el que nada más allá de lo narrado existe; o aquél que se relame mientras a medida que avanza en los capítulos se encuentra a si mismo viviendo la efervescente melancolía de tiempos de juventud, sexo, romances y euforia que alguna vez probó con sus propios labios.

Quizas al final, todos pertenecemos a esa nube. Quizás no es descabellado pensar que el amor no es una recta de dos direcciones, sino un área con diferentes orientes, arribas o abajos, antes o despuéses, tal vez el amor y la vida misma no es un corazón, sino un triángulo. 

                                                                                                                          Hwang Seoung

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